Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Campus de Madrid: punto de encuentro

Texto Redacción NT  Fotografía José Juan Rico Barceló

Con la inauguración de la nueva sede de la Clínica en diciembre, comenzó su actividad el campus de la Universidad en Madrid. Ahora se ultima su segundo edificio, que albergará estudios de posgrado. Más de trescientos alumnos se formarán en él a partir de septiembre. Se beneficiarán de una oferta amplia de másteres y cursos en un entorno pensado para potenciar la docencia, la investigación y la actividad asistencial, como se procura hacer ya en el campus de Pamplona.


2018 es un año clave para la presencia de la Universidad de Navarra en Madrid. Tras la apertura oficial de la sede de la Clínica la mirada se dirige a la inauguración del edificio de posgrado en otoño, que completará el nuevo campus de 60 000 m2. Se integran así en un único espacio la Clínica, el ISEM Fashion Business School
y los programas de máster y posgrado. 

Pero la presencia de la Universidad en Madrid no es algo nuevo. En 1974, se impartió el primer programa del IESE en la capital; el ISEM Fashion Business School nació en 2001 y, tres años después, entró en funcionamiento la primera sede de la Clínica en Madrid. La Universidad oferta másteres allí desde 2010: el primero, el Máster Ejecutivo en Dirección de Empresas de Moda, al que dos años después se unieron los de la Facultad de Derecho. 

Leyes, comunicación, banca, arquitectura y moda son los ámbitos que abarcan los seis másteres y los dos programas en marcha este curso en Madrid. Tres más se incorporarán en septiembre: el Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones, que se trasladará desde Pamplona, y el Máster Universitario de Arquitectura y el Máster Ejecutivo de Reputación Corporativa, que empezarán su andadura.

«No se trata simplemente de agrupar en un mismo espacio másteres distintos de diversas facultades, sino de presentar una oferta conjunta en un único campus», afirma Ángel J. Gómez Montoro. El director del campus de Madrid espera que el nuevo espacio fomente la interdisciplinariedad: «Varios de los másteres que ofrecemos están orientados a la gestión, comparten áreas de conocimiento y tienen profesores del IESE comunes. Existe, por tanto, una cierta transversalidad que se potenciará».

Está previsto que en junio comience la actividad en el nuevo edificio, seis veces mayor que la sede actual —situada en la calle Zurbano—: 13 500 m2 distribuidos en cinco plantas. En su interior cuenta con ocho aulas con capacidad para más de cuatrocientos alumnos, diecinueve seminarios, una biblioteca, tres espacios multifuncionales y un aula magna. La vida universitaria girará alrededor de un gran atrio central, de mil metros cuadrados, en la planta -1. Según Gómez Montoro, el edificio tiene «estructura de campus, es un campus dentro del campus». También se cerrará la sede de la calle García de Paredes. «Con el cambio no solo vamos a ganar en espacio —apunta el director—. Estar todos en el mismo lugar va a permitir más relación y va a aumentar las sinergias y las posibilidades de colaborar. La interdisciplinariedad está en el ADN de la Universidad; se da en la investigación pero también en proyectos conjuntos que demuestran que las ciencias no son compartimentos cerrados. Creo que esto se escenifica en el nuevo edificio».

Los programas previstos para los próximos cursos académicos (en el 2019-20 se espera comenzar el Máster en Ingeniería Industrial, otro en Gestión de la Industria Farmacéutica y un tercero en Liderazgo y Políticas Públicas) y los que se imparten actualmente están orientados al ejercicio laboral, y «por eso —como señala el  director del nuevo campus— tiene sentido que se ofrezcan en Madrid: por el tipo de profesorado con el que necesitas contar, por la cercanía con personas del mundo de la empresa y porque muchos son en modalidad executive». 

En los cimientos del campus de Madrid está inscrita una de sus características esenciales: Alumni. La nueva sede quiere ser para todos los antiguos alumnos que viven en la capital «un punto de encuentro, un lugar de formación continua y un apoyo en su desarrollo profesional», en palabras del profesor Gómez Montoro. Los posgrados son lo primero que el nuevo campus puede ofrecer a los alumni, pero hay más: «La Universidad va a Madrid a escuchar a los antiguos alumnos. Muchos nos han hecho llegar ya sus propuestas. Queremos atender sus necesidades. Que la sede sea también un espacio de networking donde puedan conocerse y del que surjan intereses comunes». La presencia de la Universidad en la capital quiere ser «una oportunidad de volver a conectar con los antiguos alumnos», subraya el director. Entre los más de seis mil que se encuentran en Madrid, algunos son alumnos, profesores o mentores de los másteres, participan en las actividades de Alumni… Los lazos existen, pero, con la nueva sede, la Universidad podrá estar cada vez más cerca.

Conferencias, seminarios, jornadas, presentaciones de libros… La actividad universitaria en Madrid es incesante. Por ejemplo, el año pasado, solo en la sede de la Universidad en la calle Zurbano, se organizaron trescientos actos. El nuevo edificio podrá albergar todos estos eventos, algo que fomentará el «efecto campus» y que facilitará a alumnos, alumni, profesores y visitantes «vivir el saber».