Guion: Rebecca Lenkiewicz | Dirección: Maria Schrader | EE. UU., 2022. Para periodistas, historiadores y abogados.
En el origen del movimiento #MeToo, una corriente que llevó a denunciar los abusos que se cometían en la industria del cine en muchos países del mundo, está el artículo que en el año 2017 Megan Twohey y Jodi Kantor publicaron en The New York Times sobre el productor Harvey Weinstein.
Si había un hombre con poder en Hollywood, ese era Weinstein. Acumulaba nominaciones, óscares y récords de taquilla. Los rumores hablaban de abusos y de su actitud frente a las mujeres, pero no dejaban de ser eso, rumores. Hasta que estas dos periodistas consiguieron que algunas de sus víctimas denunciaran y se rasgara una especie de velo de silencio que había protegido un modo de funcionar absolutamente criminal.
Maria Schrader dirige un thriller periodístico clásico, en la línea de Todos los hombres del presidente o Los archivos del Pentágono, bien documentado y que refleja con acierto la investigación, la importancia de contrastar las fuentes y recabar con rigor los testimonios sin dejarse llevar por opiniones o declaraciones sin firma. Las interpretaciones de todo el reparto son muy convincentes y destaca especialmente el trío protagonista, compuesto por Carey Mulligan, Zoe Kazan y Patricia Clarkson.
Hay que subrayar también la contención de un guion que elude totalmente el morbo —a pesar de estar tratando un material muy delicado y oscuro—, y un discurso feminista que, al mismo tiempo que expone y rechaza la visión sobre las mujeres del productor, es capaz de mostrar asimismo el papel de los hombres en la lucha contra la lacra del machismo y los abusos. Desde los maridos de las periodistas, que concilian con naturalidad, conscientes además del importante trabajo de sus mujeres, hasta el director del diario, dispuesto a denunciar los abusos a pesar de las presiones de Weinstein. En definitiva, un interesante e inteligente thriller.