Revista cultural y de cuestiones actuales
Número 719

Libertades y derechos

El juez: Antonio del Moral


«A alguien que quiere perder la vida no le va a frenar que le amenacen con una pena». Con esas palabras defiende Antonio del Moral, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, la legislación española aplicable al suicidio. En algunos países —Suiza, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y cinco estados de Norteamérica— el suicidio asistido es legal. Además, otros toleran la cooperación o la complicidad con alguien que busca quitarse la vida. En España, el artículo 143 del Código Penal establece penas de hasta ocho años de cárcel a quien induzca un suicidio o coopere con el suicida. No hay penas, sin embargo, para quien haya intentado matarse. Antonio del Moral explica que esta postura trata de evitar una doble pena sobre la persona al considerar suficiente «castigo» la situación de sinsentido que viven. Del Moral insiste: «Las leyes no se han mostrado como un mecanismo útil para reducir el número de suicidios».

Derecho y libertad son otros de los conceptos que suelen surgir en el debate público, además de legalidad. El magistrado considera un error unir su significado ya que, bajo su punto de vista, se refieren a cuestiones distintas. «La capacidad de una persona para decidir quitarse la vida no lo convierte en un derecho», aclara. Para entenderlo mejor, Del Moral expone un ejemplo gráfico: «El que quiere cortarse un dedo puede hacerlo. Lo que no puede pretender es exigirle a la Seguridad Social que le corten un dedo con anestesia porque tiene libertad de realizar esa acción».